Aunque el 40% de las personas no lee nunca, o casi nunca, los Índices de lectura en EspaÑa han crecido hasta casi el 62% de la poblaciÓn. Algunos de esos lectores compran en librerÍas de segunda mano, un negocio creciente con la crisis.
Leer puede ser muy barato. El auge de las librerÍas de segunda mano brotadas con la crisis, nos lleva a esta cueva que huele a papel antiguo. No busquen aquÍ incunables ni ediciones de coleccionista. Lo que encontramos, abandonados por mudanzas, estrecheces de espacio o traÍdos en bibliotecas familiares que ya nadie quiere, mejores maceteros para plantas son libros. Muchos, de todo tipo, y a bajos precios. Libros despachados como en un servicio social que, a estos precios, defienden la lectura como un placer democrÁtico.
De Cirlot al CÓdigo da Vinci. De Virginia Woolf a « Polly, corazÓn de oro ». A una librerÍa de segunda mano se viene sin prisa, a buscar un tÍtulo y salir con otro, a conocer lectores y a sentirte parte de esa cadena inagotable en la que unos lomos que fueron acariciados por muchas manos anÓnimas, ahora conectan y fraternizan con nuevas manos, nuevos lectores. Porque solo es cuestiÓn de tiempo que cada libro encuentre a su lector.